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Para qué es importante conocer nuestro ciclo menstrual?


Muchas mujeres se pasan la vida tratando de hacer que "eso" no pasa, negando su sangre y sufriendo su propio cuerpo, pues experimentan dolores muy fuertes durante su sangrado, o cambios extremos de ánimo o ámbos. El número de mujeres con endometriosis, ovarios poliquísticos, infecciones urinarias y vaginales crónicas, es casi igual o mayor que el número de mujeres sanas.

Estas afecciones nos están hablando: la desconexión entre la mujer y su cuerpo es muy grande.


Nos hablan de conectarnos con nuestro cuerpo, pero no entendemos la profundidad y al mismo tiempo la simpleza que supone hacerlo. Conectar con nuestro cuerpo implica una sensibilidad tal, que estamos al tanto sobre cómo nos sentimos, cómo influye la comida en nosotras, que alimentos me sientan mejor que otros, cómo nos afectan físicamente las emociones que sentimos y en que parte del cuerpo las sentimos, cómo me afectan físicamente los pensamientos negativos y positivos en mi cuerpo, cómo me afectan las fases de la luna....en fin. Cuando conectamos con nuestro cuerpo estamos atentas a los cambios o manifestaciones físicas experimentadas, ampliamos nuestra capacidad de percepción y estamos mas abiertas a la intuición, pues tenemos a nuestro servicio los cinco sentidos básicos de recepción de información abiertos: el oído, la vista, el olfato, el tacto y el gusto están a nuestra disposición para recibir información mas allá de relatarnos cómo está el afuera. Estos sentidos empiezan a funcionar en sintonía con el resto del cuerpo y la intuición, ayudándonos a percibirnos a nosotras mismas y a nuestro entorno de una manera holística y completa. Cuando estamos atentas a las señales de nuestro cuerpo, ampliamos nuestros canales de percepción, la intuición se despierta y somos conscientes de las diferentes energías que nos habitan, así como de las energías que nos influyen.


Conocer nuestro ciclo menstrual nos permite entrar en sintonía con nuestro cuerpo. Nos permite aceptar y querer la naturaleza cíclica que nos caracteriza, nos hace más brujas, mas sabias.


Antiguamente las brujas eran las mujeres que se distinguían por ser chamanas, curanderas, conocedoras de sus ciclos y las plantas: es decir, mujeres conscientes de su condición humana y animal. Luego la palabra bruja fue estigmatizada, y todas las mujeres que tenían el conocimiento y la capacidad de utilizar las plantas tanto para sanar una herida como para prevenir un embarazo, todas estas mujeres fueron perseguidas, masacradas y menospreciadas. Y así, las mujeres que fueron quedando se fueron criando en un medio en donde ser mujer, ya era y es pecado. Siglos de sometimiento en una sociedad patriarcal nos hacen hoy por hoy "sufrir"nuestro período menstrual, desear no haber nacido mujer, tomar analgésicos, planificar con hormonas y hacer lo indesible para parecernos más a los hombres y tener un comportamiento menos animal e impredecible, es decir: comportarnos igual tooodoo el mes.

Pero eso es sencillamente imposible, va en contra de nuestra naturaleza. La descarga y los cambios hormonales ocurren con mucha fuerza durante toda nuestra vida, no solamente en estado de embarazo. Estos cambios, estas tormentas de hormonas, son las responsables que nuestro cuerpo todos los meses se prepare para alojar una nueva vida. Las mujeres tenemos el poder de gestar vida, somos la energía de la gestación, de la contención, de la atemporalidad, y cuando encontramos esa energía masculina de la acción, de la chispa, somo capaces de juntos traer seres humanos y proyectos maravillosos. Porque las mujeres no sólo gestamos hijos, también podemos gestar con nuestra energía, proyectos, amigos, relaciones, películas, etc.

Nuestro ciclo menstrual está dividido en 4 estados básicos, que van desde el primer día del sangrado hasta el día antes del siguiente sangrado. Este ciclo oscila entre los 22 días y los 32 días para una media de 28 días, lo que nos hace alinearnos con las fases lunares y sentir en el cuerpo la influencia de ese satélite en nosotras! Los días del sangrados, conocida como la fase menstrual, no hay presencia de progesterona ni estrógenos, hormonas femeninas, y esta ausencia nos hace sentir cansadas, retraidas, introspectivas, a veces bravas, con pocas ganas de socializar. Es el momento de la limpieza del cuerpo, el endometrio se desprende porque no está alojando a ningún feto, y el útero se limpia pues no va a utilizar ese tejido. Energéticamente también nos limpiamos y es por eso que nos sentimos propensas a decirle unas cuantas verdades a nuestro jefe, a nuestro esposo, o al mundo!! Luego del sangrado viene la etapa de la preovulación, con una subida drástica de estrógenos, lo que nos hace sentir invencibles, con ganas de hacer cosas, arrancar proyectos, conectar con esa amiga o contacto que tengo perdido. Después viene l

a etapa de la ovulación, en la mitad de nuestro ciclo, generalmente el día 14, y junto con los estrógenos, empieza el cuerpo a segregar la progesterona. Nos sentimos protectoras, cuidadoras, madres. Queremos cuidar, complacer y consentir al otro. Queremos cocinar, atender visita, armar reuniones. Estamos en modo mamá así no tengamos hijos, pues nuestro útero se está preparando para alojar una vida. Si quedamos embarazadas, este estado se prolonga durante toda la gestación, sino, los niveles de estrógenos y progesterona bajan a cero 2 días antes del nuevo sangrado y tenemos los tan socialmente atacados: síndromes premenstruales, que dependiendo de nuestra conexión mente-corazón-útero-cuerpo, serán sensaciones más fuertes o más llevaderas.

Esta comprobado que aquellas mujeres con situaciones complicadas en su linaje femenino, con su madre, de repulsión hacia su propio cuerpo y desprecio por sus funciones femeninas, son mas propensas a sufrir de enfermedades relacionadas con su útero, ovarios y aparato reproductor.


Estas preparada para conocer mas sobre tu ciclo? Anímate! consulta, investiga, habla con tu madre, conéctate contigo misma, usa la copa menstrual, observa tu sangre, identifica las 4 energías de tu ciclo y saca provecho del hecho de SER MUJER!


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